martes, 2 de septiembre de 2008

bocetos irreales


No puedo decir nada. No creo que sea capaz de mover mareas con mi voz ni de levantar tempestades con mi cuerpo. Mi mente no se siente privilegiada más que por momentos, segundos en los que le embarga la sensación de estar destinada a algo que los demás no ven.

Pero sólo son momentos, que se apagan como una llama tras ser azotada por el viento. Nunca he sabido distinguir qué está vivo y qué muerto en mi recuerdo. Vivo a base de sueños construidos sobre bocetos de realidades y no puedo reconocer las caras de mis inventos entre los rasgos de las verdades.
Sé que miro por el espejo pero nunca sé qué yo es la que vale, por qué calles me deslizo o qué mano es la que me lleva por el buen camino.

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